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Si a nosotros nos gusta el verano, a los peques todavía más. Tiempo para jugar, amigos, piscina, helados, refrescos… Está claro que su rutina cambia completamente. Además, como padres, solemos ser más flexibles y permisivos. Todo esto hace que sus dientes estén en peligro.

¿Alguna vez has pasado por alto el cepillado de antes de ir a dormir? ¡Error! Y es que, aunque los horarios y hábitos se alteren, la salud bucodental no entiende de vacaciones. ¿Sabías que las bacterias de la boca aumentan su actividad los días de calor?

Si descuidamos la boca de los peques de la casa, a las pocas semanas, podemos sufrir una de las consecuencias más comunes: las caries. La buena noticia es que es posible prevenirlas.

Sigue leyendo porque en este nuevo blog te desvelamos 4 hábitos que mantendrán la salud oral de tus hijos durante las vacaciones de verano. ¡Toma nota!

1.     Una buena alimentación

Está claro que en verano los niños toman más zumos, refrescos, chucherías y helados. ¡Los productos favoritos de las bacterias! Por ello, haz que reduzcan su consumo y, sobre todo, se cepillen bien los dientes tras cada comida.  

Intenta sustituir los productos azucarados por fruta fresca. La sandia, el melón y el melocotón son alimentos de temporada muy refrescantes y dulces.

2.     Limpieza allá donde estén

En verano la mayor parte de actividades se realizan al aire libre: playa, campamento, piscina… Esto dificulta que nuestros hijos mantengan sus rutinas de higiene dental. ¿La solución? Lleva siempre un kit de limpieza con cepillo, dentífrico fluorado e hilo dental. Evitarás que los peques pasen un día entero sin lavarse los dientes.

¿Y si no tienes herramientas de higiene a mano? Dales un chicle sin azúcar para que, al menos, ayude a limpiar su dentición.  Recordamos que, aunque elimina algunos restos de comida, nunca sustituye al cepillado ni previene por completo la caries.  

3.     Limita las piscinas

Los químicos como el cloro de las piscinas afectan a la salud dental y pueden causar la aparición de manchas. Esto se debe a su PH superior al de la saliva, que acelera su descomposición, acumulando sarro marrón.

El flúor es esencial para la prevención. En caso de que el niño sea muy pequeño, está la opción de utilizar un protector oral. Pero lo mejor es limitar el tiempo de baño en la piscina.

4.     Mucha hidratación

Es muy común que los niños se deshidraten en verano, ya que es necesario beber más agua de lo habitual. Si no lo hacen, la saliva se reduce y pierde su acción protectora frente a bacterias. Presta mucha atención a su hidratación y asegúrate de que beban, aunque no tengan sed.

Cuidar la boca de los peques es una tarea constante, que también hay que cumplir en vacaciones. En nuestra clínica dental en Reus estamos encantados de hacerlo. Reserva ahora cita y ¡venid a visitarnos!